Cómo el journaling me ayudó a reconectar conmigo cuando me sentía perdida
Hubo una temporada en la que me sentía apagada. No sabía muy bien por qué, solo sabía que me costaba despertarme con ilusión, me sentía desconectada de todo... y sobre todo, de mí.
Estaba cumpliendo con mis responsabilidades, pero en automático. Sin chispa. Sin espacio. Me costaba hasta identificar qué sentía o qué necesitaba. Y ahí fue cuando, sin mucha expectativa, empecé a escribir.
Escribir sin filtro: mi primer paso
Al principio me sonaba raro. No sabía por dónde empezar. Solo cogí una libreta y escribí: “No sé qué me pasa. Pero necesito entenderme”. Y seguí. Palabras sueltas, ideas confusas, frases que no tenían orden… pero que me aliviaban.
Me di cuenta de que no necesitaba escribir bonito. Solo ser honesta. Lo que salía en esas páginas era mío. Sin juicio. Sin obligación. Y por primera vez en mucho tiempo, me estaba escuchando.
Lo que descubrí escribiendo
Con los días, empecé a notar patrones. Emociones que no había querido mirar. Necesidades que llevaba tiempo ignorando. Me di cuenta de que me hablaba mal, que vivía con una exigencia constante y que nunca me preguntaba qué quería yo.
Escribir se convirtió en mi lugar seguro. Un espacio donde no tenía que ser fuerte ni tener respuestas. Solo ser. Solo soltar.
Las preguntas que más me ayudaron
- ¿Qué necesito hoy?
- ¿Qué estoy sintiendo y no me estoy permitiendo sentir?
- ¿De qué me gustaría soltar el control?
- ¿Qué me hizo sonreír esta semana?
Estas preguntas, y muchas más, me acompañaron en ese proceso. A veces no escribía mucho. A veces lloraba escribiendo. Otras, simplemente me reconectaba conmigo por cinco minutos y eso ya bastaba.
Journaling no me salvó la vida, pero sí me devolvió a mí
Hoy sigo escribiendo, no todos los días, pero sí cuando necesito volver a mí. Cuando quiero agradecer, soltar, planificar o simplemente entender cómo estoy.
Mi libreta se ha convertido en una especie de espejo: a veces me confronta, otras me abraza. Pero siempre me devuelve a casa.
Si tú también te sientes desconectada/o… empieza
No necesitas saber cómo. No necesitas tener respuestas. Solo necesitas abrir una página en blanco y dejar que tu verdad se asome.
En Casa Caseta creamos journals con preguntas guiadas para acompañarte en ese camino. Porque a veces, la mejor forma de volver a ti es a través de tus propias palabras.
Una hoja al día. Un momento contigo. Un paso más hacia casa.